viernes, 30 de octubre de 2009

La historia de Judá

Tribus de Israel
Según el Génesis (del hebreo: בְּרֵאשִׁית‎, Bereshit, "el principio"), Abraham engendró a Isaac y éste a Jacob (o Israel) que tuvo doce hijos cuyos nombres fueron (en castellano):
Hijos de Jacob por esposa en orden de nacimiento (* = hija)[1]
Lea Rubén (1) Simeón (2) Leví (3) Judá (4) Isacar (9) Zabulón (10) Diná (*)
Raquel José (11) Benjamín (12)
Bilha (sierva de Raquel) Dan (5) Neftalí (6)
Zilpa (sierva de Lea) Gad (7) Aser (8)

Estos doce hijos serían posteriormente reconocidos como los patriarcas de donde provienen las doce tribus de Israel entre las que Josué repartió la Tierra Prometida, la tierra de Canaán, Judea y hoy Israel tras el regreso de Egipto.



Judá (patriarca)
Judá fue el cuarto hijo de Jacob y ascendiente principal de una de las más importantes doce tribus de Israel. Nació en Harán, tierra en donde su padre se había refugiado huyendo de su hermano Esaú (Gn. 27 y 28). Su madre fue Lía, una de las hijas de Labán que había sido dada como esposa a Jacob por sus siete años de trabajo (Gn. 29. 15-27).

El capítulo 38 del Génesis interrumpe el relato de la historia de su hermano José para contar el episodio de Judá con su nuera Tamar. Judá se había casado con una mujer llamada Súa, quien le dio tres hijos en este orden: Er, Onán y Selá. Er tomó por esposa a Tamar, pero luego murió debido a su mala conducta. Onán sucedió a su hermano mayor y se casó con Tamar, mas sabiendo que sus hijos no serían suyos por la "ley del levirato" (regla establecida en la ley mosaica que decía que si un hombre moría sin tener hijos, su pariente más cercano estaba obligado a casarse con la viuda y el primer hijo nacido de esta nueva unión se consideraba como heredero del difunto), no terminaba el acto sexual derramando su semen en la tierra (esta actitud originó el equivocado término "onanismo" que se relaciona con la masturbación cuando debería referirse a la interrupción voluntaria del acto sexual). La conducta de Onán motivó su posterior muerte. Judá le dijo a Tamar que se quedara en la casa de su padre hasta que su hijo menor Selá fuera mayor de edad y pudiera casarse con ella, aunque su miedo era que Selá también muriese. Tamar, tal vez pensando que Judá nunca le daría a su último y único hijo por esposo, se disfrazó de prostituta y tuvo relaciones sexuales con su suegro para quedar embarazada, cosa que consiguió sin que Judá se diera cuenta de quién era ella. Antes de marcharse, Tamar logró que Judá le entregara su sello y su bastón como prenda hasta que le pagara por haberle dejado que se acostara con ella. Cuando Judá volvió para pagarle, ya no la encontró. Luego de tres meses Judá se enteró de que Tamar estaba embarazada, por lo que ordenó que la quemaran como castigo por su adulterio -hay que recordar que aunque Tamar no estaba casada en ese momento, había sido prometida a Selá-; pero cuando estaban por quemarla, Tamar probó gracias al sello y el bastón de su suegro que era él quien la había embarazado. Judá la perdonó, ya que se sentía culpable por haberle hecho esperar por su hijo Selá. Tamar le dio dos gemelos a Judá: Farés y Zérah. Algunos autores interpretan el hecho de que la Biblia haga hincapié en el relato del nacimiento de los hijos de Judá, así como la milagrosa salvación de José y su ascenso como gobernador en Egipto, como un preludio a la preponderancia que adquirirían los descendientes de ambos, puesto que las tribus de Efraín (segundo hijo de José) y Judá fueron importantes protagonistas en la historia posterior de Israel.

En Gen. 49. 9-12 Jacob dice sus últimas palabras y profetiza sobre el futuro de la tribu de Judá, augura que será una tribu poderosa y compara a Judá con un cachorro de león. En efecto la tribu de Judá fue la más poderosa de las tribus de Israel, siempre se mantuvo aislada del resto de las otras, como muestra de ello tenemos el hecho de que David fue consagrado primeramente rey de Judá y luego de Israel. Las genealogías de Mateo y Lucas colocan a Jesús como descendiente de Judá.

De lo relatado en Ex. 1. 1-6 podemos deducir que Judá murió en Egipto, que era donde su hermano José ejercía de gobernador. La descendencia de Judá está detallada en Cro. 4. 1-21 y el territorio y las ciudades asignados a su tribu en Jos. 15.

No hay comentarios:

Publicar un comentario